Nuestro Modelo de Intervención

Un modelo es un esquema referencial para guiar la práctica, esto facilita la planificación operativa y administrativa orientadas al cumplimiento de nuestros objetivos.

Nuestro Modelo de Intervención consta de cinco pasos que son secuenciales y continuos. Es decir, no se debería avanzar al siguiente sin antes haber completado el paso anterior; sin embargo, es posible regresar a un paso anterior para complementar información o comenzar un nuevo proceso, siempre y cuando el hacerlo responda a las necesidades de la población local.

ENTENDER
El proceso inicia en la fase ENTENDER, para lo cual se colecta información secundaria de la o las comunidades en las que se desea intervenir, antes de salir al campo. Luego se hacen acercamientos con el cabildo de la comunidad, líderes comunitarios para mostrar el interés de trabajar en esa comunidad y cómo trabajamos. También se hacen acercamientos con otras organizaciones que trabajan en la zona para, en lo posible, no duplicar esfuerzos. En este sentido, esta fase tiene un fuerte énfasis en la organización comunitaria, según la experiencia en campo, se ha observado que las comunidades es las que existe una fuerte cohesión social representada en fuertes organizaciones, sean estas cabildos o grupos que se organizan alrededor de temas de interés (agua de riego, agua de consumo, clubes deportivos, entre otros), el trabajo tiene mejores resultados. Por esta razón se ha definido que durante esta fase se debe trabajar mucho en fortalecer esos grupos y con ellos trabajar en descubrir los potenciales que existen en la comunidad. Esta fase concluye con un acercamiento final donde se invita a todos los miembros de la comunidad que estén interesados, para socializar la propuesta de trabajo de la Fundación Tierra Viva a través de diaporamas y videos para mostrar el trabajo en otras comunidades. Al final de la fase se debe responder a la pregunta ¿cuál es el potencial que existe en la comunidad? Tomando en cuenta tanto el potencial natural como el socio-organizativo.
DEFINIR
En la segunda fase se DEFINEN todos los elementos que permitirán iniciar el trabajo en la comunidad. El principal es ¿con quién vamos a trabajar? Si es que es un grupo, no debe tener menos de cinco personas, así como también puede ser toda la comunidad. También se definen los lineamientos generales de trabajo, se establecen reuniones de acuerdo al tiempo que tengan las personas, y se comienza a recolectar información primaria a través de visitas de campo a cada una de las familias participantes en sus fincas para llenar una ficha de diagnóstico, la cual viene a ser la línea base en el caso de nuevas comunidades o grupos.
PLANIFICAR
La fase de PLANIFICACIÓN comienza con actividades de motivación tales como Giras de Observación, el objetivo es conocer experiencias exitosas de otros agricultores/as en zonas similares a las que se va a realizar la intervención para inspirar a los agricultores que comienzan un nuevo proceso y a aquellos que ya han empezado a realizar cambios en sus fincas. En cuanto a la planificación, las herramientas que usamos en esta fase son El Plan de Vida, que pueden ser grupales o comunales y el Mapa Actual y Futuro. Estas herramientas permiten conocer y definir los cambios que los agricultores quieren implementar en sus fincas, o en el caso de planes de vida, los cambios que el grupo o la comunidad quieren ver en sus respectivas comunidades. Se ha observado que estas son unas herramientas muy potentes para la planificación ya que permiten enfocar esfuerzos y recursos en necesidades reales que son identificadas por los agricultores que son quienes las conocen de primera mano.
EXPERIMENTAR
Luego se pasa a la fase de EXPERIMENTACIÓN, durante la cual, en base a la planificación realizada anteriormente, se comienza con un proceso de aprendizaje a través de la implementación de diferentes prácticas orientadas a la Transición Agroecológica. En este sentido, las prácticas de experimentación que se implementan siguen una secuencia que comienza en la importancia de la conservación de suelos para la actividad agroecológica. Un resultado de nuestra evaluación fue que no contamos con un sistema eficiente de documentación del seguimiento que se hace a estas prácticas. Por esta razón, el siguiente periodo queremos enfocarnos fuertemente en la documentación, sistematización y difusión de nuestras actividades. Esto también va orientado al posicionamiento de nuestro trabajo como estrategia de visibilidad para la futura consecución de fondos.
MEDIR/EVALUAR
La fase de MEDIR/EVALUAR es fundamental para evolucionar en el proceso de transformación que proponemos. Para lograrlo necesitamos plantear objetivos claros y apegados a la realidad, acompañados de resultados clave (targets) con métricas que nos indiquen que nos acercamos a cumplir nuestros objetivos. Durante la evaluación pudimos darnos cuenta que no contábamos con este tipo de insumos para todos los objetivos propuestos, lo que dificulta el trabajo de evaluación. En todo caso, en esta fase se mide y se evalúa para incorporar al siguiente proceso toda la retroalimentación obtenida de esa evaluación. Esta fase es la consecución de un proceso permanente de Monitoreo y Evaluación, que incluye la documentación y sistematización.

Nuestro modelo de intervención representa un proceso contínuo y esto es justamente lo que se propone. El entender, definir, planificar, experimentar y medir/evaluar, son actividades que necesitan ser alimentadas constantemente durante la implementación para con esto tomar mejores decisiones. De todas maneras la continuidad del proceso se refiere a que cuando un proceso termina, en este caso con MEDIR/EVALUAR, se inicia nuevamente otro proceso, con un bagaje de lecciones aprendidas del proceso anterior, es decir, se inicia un nuevo proceso pero a un nivel diferente. En este sentido, el modelo se repite continuamente para cada nivel de transformación de nuestra Escalera de Intervención de la siguiente sección.